Videos de Repaso para examen de Primer Período - Grado 11
1) Filosofía moderna
Si la
filosofía antigua había tomado la realidad objetiva como punto de partida de su
reflexión filosófica, y la medieval había tomado a Dios como referencia, la
filosofía moderna se asentará en el terreno de la subjetividad. Las dudas
planteadas sobre la posibilidad de un conocimiento objetivo de la realidad,
material o divina, harán del problema del conocimiento el punto de partida de
la reflexión filosófica.
2) Racionalismo
El
racionalismo (del latín, ratio, razón) es una corriente filosófica que se
desarrolló en Europa continental durante los siglos XVII y XVIII, formulada por
René Descartes, que se complementa con el criticismo de Immanuel Kant, y que es
el sistema de pensamiento que acentúa el papel de la razón en la adquisición
del conocimiento, en contraste con el empirismo, que resalta el papel de la
experiencia sobre todo el sentido de la percepción.
3) Empirismo
El empirismo
es una teoría filosófica que enfatiza el papel de la experiencia, ligada a la
percepción sensorial, en la formación del conocimiento. Para el empirismo más
extremo, la experiencia es la base de todo conocimiento, no sólo en cuanto a su
origen sino también en cuanto a su contenido. Se parte del mundo sensible para
formar los conceptos y éstos encuentran en lo sensible su justificación y su
limitación.
Filósofos y problemas clásicos del Racionalismo
4) René Descartes
Según la
opinión más extendida entre la mayoría de filósofos e historiadores de la
filosofía, se tiende a considerar a Descartes, con su filosofía racionalista,
como el iniciador de la filosofía moderna. Pese a que su actividad se
desarrolla en un contexto de innovación y descubrimientos en el que intervienen
muchos otros filósofos, con importantes aportaciones, su afirmación del valor
de la razón, anclada en el descubrimiento de la subjetividad, abrirá el camino
a la filosofía moderna.
Pruebas cartesianas de la existencia de Dios
5) Baruch Spinoza
Para
Spinoza, la substancia es la realidad, que es causa de sí misma y a la vez de
todas las cosas; que existe por sí misma y es productora de toda la realidad;
por tanto, la naturaleza es equivalente a Dios. Dios y el mundo, su producción,
son entonces idénticos. Todos los objetos físicos son los «modos» de Dios
contenidos en el atributo «extensión». Del mismo modo, todas las ideas son los
«modos» de Dios contenidas en el atributo «pensamiento». Las cosas o modos son
naturaleza naturada, mientras que la única substancia o Dios es naturaleza
naturante. Las cosas o «modos» son finitas, mientras que Dios es de naturaleza
infinita y existencia necesaria y eterna.
Teoría de la sustancia de Spinoza
6) Gottfried Wilhelm Leibniz
Gottfried Wilhelm Leibniz, a veces von Leibniz1 (Leipzig, 1 de julio de 1646 - Hannover, 14 de noviembre de 1716) fue un filósofo, matemático, jurista, bibliotecario y político alemán.
Fue uno de los grandes pensadores de los siglos XVII y XVIII, y se le reconoce como "El último genio universal". Realizó profundas e importantes contribuciones en las áreas de metafísica, epistemología, lógica, filosofía de la religión, así como a la matemática, física, geología, jurisprudencia e historia.
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La
contribución más importante de Leibniz a la metafísica es su teoría de las
mónadas, tal como la expuso en la Monadología. Las mónadas son al ámbito
metafísico, lo que los átomos, al ámbito físico/fenomenal; las mónadas son los
elementos últimos del universo. Son "formas del ser substanciales"
con las siguientes propiedades: son eternas, no pueden descomponerse, son
individuales, están sujetas a sus propias leyes, no son interactivas y cada una
es un reflejo de todo el universo en una armonía preestablecida (un ejemplo
históricamente importante de pansiquismo). Las mónadas son centros de fuerza;
la substancia es fuerza, mientras el espacio, la materia, y el movimiento son
meramente fenomenales.
La
concepción de "el mejor de los mundos posibles" toma su justificación
bajo un Dios con capacidad ordenadora, no moral sino matemáticamente. Para
Leibniz, este es el mejor de los mundos posibles, sin entender
"mejor" de un modo moralmente bueno, sino matemáticamente bueno, ya
que Dios, de las infinitas posibilidades de mundos, ha encontrado la más
estable entre variedad y homogeneidad. Es el mundo matemática y físicamente más
perfecto, puesto que las combinaciones (sean moralmente buenas o malas, no importa)
son las mejores posibles. Leibniz reescribe al final de este libro una fábula
que viene a simbolizar esto mismo: la perfección matemática de este mundo real
frente a todos los posibles, que siempre se encuentran en la imperfección y
descompensación de hetereogeneidad y homogeneidad, siendo el infierno el máximo
homogéneo (los pecados se repiten eternamente) y el paraíso el máximo
heterogéneo.
Filósofos y problemas clásicos del empirismo
7) John Locke
El
empirismo, que se desarrollará en Gran Bretaña a lo largo de los siglos XVII y
XVIII, hará de la experiencia la fuente y el límite de todos nuestros
conocimientos, correspondiéndole a John Locke uno de los lugares privilegiados
entre los defensores de dicha corriente de pensamiento. No menos importante
será su filosofía política que, en defensa de los ideales políticos de la
burguesía, apuesta por la división de poderes y se considera que sienta las
bases teóricas del liberalismo moderno.
Su
epistemología (teoría del conocimiento) no cree en la existencia del innatismo
y el determinismo, considerando el conocimiento de origen sensorial, por lo que
rechaza la idea absoluta en favor de la probabilística matemática. Para Locke,
el conocimiento solamente alcanza a las relaciones entre los hechos, al cómo,
no al por qué. Por otra parte cree percibir una armonía global, apoyado en
creencias y supuestos evidentes por sí mismos, por lo que sus pensamientos
también contienen elementos propios del racionalismo y el mecanicismo.
En política, John Locke es considerado el padre del
liberalismo moderno. Propone que la soberanía emana del pueblo; que la
propiedad, la vida, la libertad y el derecho a la felicidad son derechos
naturales de los hombres, anteriores a la constitución de la sociedad.
El Estado tiene como misión principal proteger esos derechos,
así como las libertades individuales de los ciudadanos. También sostiene que el
gobierno debe estar constituido por un rey y un parlamento. El parlamento es
donde se expresa la soberanía popular y donde se hacen las leyes que deben
cumplir tanto el rey como el pueblo. Anticipándose a Montesquieu, a quien Locke
influyó, describe la separación del poder legislativo y el ejecutivo. La
autoridad del Estado se sostiene en los principios de soberanía popular y
legalidad. El poder no es absoluto sino que ha de respetar los derechos
humanos.
Al Estado le confiere funciones de decisión en controversias
entre los individuos, en el contexto de la pluralidad y la tolerancia, puesto
que se dan diversidad de opiniones e intereses entre los hombres, fruto de las
distintas vías individuales de búsqueda de la felicidad, por lo que el
desacuerdo y los conflictos son inevitables.
8) David Hume
David Hume (Edimburgo, 7 de mayo de 1711 – ibídem, 25 de
agosto de 1776)1 fue un filósofo, economista , sociólogo e historiador escocés
y constituye una de las figuras más importantes de la filosofía occidental y de
la Ilustración escocesa.
A diferencia del racionalismo, que afirmaba que la razón era
la fuente del conocimiento, el empirismo tomará la experiencia como la fuente y
el límite de nuestros conocimientos. Ello supondrá la crítica del innatismo, es
decir, la negación de que existan "ideas" o contenidos mentales que
no procedan de la experiencia. Cuando nacemos la mente es una "tabula
rasa" en la que no hay nada impreso. Todos sus contenidos dependen, pues,
de la experiencia. En el caso de Hume, como veremos a continuación, la
experiencia está constituida por un conjunto de impresiones, cuya causa
desconocemos y, estrictamente hablando, no debe identificarse con "el
mundo", con "las cosas".
"He aquí, pues, que podemos dividir todas las
percepciones de la mente en dos clases o especies, que se distinguen por sus
distintos grados de fuerza o vivacidad. Las menos fuertes e intensas comúnmente
son llamadas pensamientos o ideas; la otra especie carece de un nombre en
nuestro idioma, como en la mayoría de los demás, según creo, porque solamente
con fines filosóficos era necesario encuadrarlos bajo un término o denominación
general. Concedámonos, pues, a nosotros mismos un poco de libertad, y
llamémoslas impresiones, empleando este término en una acepción un poco
distinta de la usual. Con el término impresión, pues, quiero denotar nuestras
percepciones más intensas: cuando oímos, o vemos, o sentimos, o amamos, u
odiamos, o deseamos, o queremos." (Investigación, sec.2)
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